Trazando un camino de Esperanza
En la reciente Asamblea de la Federación Luterana Mundial (LWF) que se celebró en Cracovia, Polonia, del 13 al 19 de septiembre de 2023, bajo el lema "Un Cuerpo, Un Espíritu, Una Esperanza", se abordó la temática de "Una Esperanza" desde diversas perspectivas. Aquí compartimos algunas de las opiniones destacadas de tres participantes de América Latina y el Caribe:
El Rev. Atahualpa Hernández, Obispo de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), expresó su visión de esperanza centrada en América Latina. Para él y su comunidad, “la esperanza implica la construcción de la paz y la reconciliación en medio de un contexto de sufrimiento, violencia e injusticia”. Las iglesias luteranas en la región se sienten llamadas a vivir esta esperanza y a colaborar con la sociedad para edificar vidas reconciliadas, sociedades justas y pacíficas que promuevan una vida plena.
Camila Weiss Bohl, voluntaria de la IERP en Paraguay, compartió una visión de esperanza global, donde “todos puedan vivir en un mundo mejor y disfrutar de una vida digna. Su perspectiva destaca la aspiración universal de un futuro más justo y próspero para todos”.
Finalmente, la Rev. Karla Steilmann, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y estudiante de doctorado en Alemania, enfatizó la importancia de la esperanza en el contexto de la comunidad. Para ella, “la esperanza se encuentra en la capacidad de encontrarse y dialogar tanto en espacios grandes como en congregaciones más pequeñas”. Estos encuentros permiten abordar tanto “los puntos de acuerdo como las diferencias, y juntos, como iglesia y comunidad, construir un futuro en el marco de una comunión tan amplia” como la que representa la LWF.
En el último día de la asamblea, la Federación Mundial Luterana (FLM) presentó la “Palabra Común”, un importante paso en el camino hacia la comunión entre católicos y luteranos. Este evento marcó un hito en la preparación para el 500 aniversario de la Confesión de Augsburgo en 2030, y se espera que tenga un impacto significativo, similar al histórico logro representado por la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación.
La Palabra Común se leyó como parte de un servicio de oración ecuménica que conmemoró el bautismo, simbolizando la unidad en la fe cristiana. Esta iniciativa refleja un consenso diferenciado que permite a luteranos y católicos encontrar áreas de acuerdo donde antes se veían diferencias insuperables, promoviendo así un camino hacia la comunión y la unidad en la fe cristiana.